Consejos para cuidar nuestra zona intima:

Un gel específico:

Para esta zona de nuestro cuerpo no es recomendable usar el mismo gel que hacemos con el resto, es ideal usar uno específico porque no irritan ni resecan, no alteran el ph y nos previenen de infecciones. Debemos tener en cuenta que un gel normal suele tener un ph muy alto mientras que una mujer en edad fértil suele tenerlos sólo en 4,4 por ello es totalmente recomendable usar uno específico.

Hoy en día existen miles de marcas como Zelesse, Melagyn… suelen tener unos precios carillos de unos 9 – 12€ según el lugar donde lo compremos, pero como solo tenemos que usar una gotita nos durante perfectamente unos 3 – 4 meses e incluso más.

A la hora de la limpieza:

Uno de los mejores consejos para la zona intima femenina es que tengas en cuenta que siempre demos de limpiar desde delante hacia detrás. Esto es debido a que si lo haces al revés arrastraras bacterias u otros microorganismos desde la zona anal hasta la vulvar. Un horror que es muy fácil de evitar.

Di adiós a las esponjas:

Aunque las esponjas parecen un buen invento, lo cierto es que suelen acumular muchos gérmenes que resultan muy difíciles de eliminar. Por ello tenemos dos opciones, cambiar de esponja muy asiduamente para asegurarnos de que están totalmente limpias o usar la propia mano para limpiarnos, de esta manera, además, no se sufren irritaciones o roces.

La ropa interior:

Seguro que en más de una ocasión cuando te has quitado la ropa interior te has dado cuenta de que te apretaba porque se te notaban todas las señales, pues bien, este es un motivo más que suficiente para no usarla, pero no el único.

La ropa muy ajustada también nos hace daño en nuestra zona íntima y nos puede irritar, por ello es mejor usarla de nuestra talla, si unas bragas quedaron pequeñas, es mejor tirarlas que sufrir algún inconveniente hay abajo.

La depilación:

Si te gusta depilarte la zona intima está genial que lo hagas, pero siempre con cabeza. El vello púbico nos protege la zona intima, evita que nos roce la ropa, detiene el sudor… es decir, no debemos de depilar todo pues tener un poco tiene sus grandes ventajas.

No a las duchas vaginales:

En muchas ocasiones recurrimos a las duchas vaginales porque pensamos erróneamente que de esta manera la zona intima quedará más limpia. Como resultado nos encontramos que se produce un desequilibrio en la microbiota del interior de la vagina.

Lo peor es que si cuando hacemos la ducha vaginal tenemos alguna infección que no sabemos como por ejemplo la famosa cistitis, esta se agravará por el arrastre del chorro del agua de los microorganismos.

Como veis son todos unos trucos muy sencillos para cuidar nuestra zona intima, síguelos todos los días y verás cómo te irá genial.